23 ago. 2006

Diosita

Diosita

Caminando, caminando, volví a verlas, eran nuevamente ellas, las piedras…
A veces siento como que todo siempre está bien, siempre bien. No importa que pase,
todo está en ese mismo camino
como de Dios.
Y que justo la última cagada que haces reafirma que era esta sí la última vez.
Que ya no puedes seguir en lo mismo,
Pero te lo dicen y vienen a tí un cúmulo de palabras que sólo a ti te dicen algo al oído.
A tu oído sordo de todos pero ahí sí escuchas. Es sólo pa tí.
Te lo dicen y no te puedes escapar y no sólo lo dicen
lo ves,
te ponen todo para que lo veas.
Tú y el mundo,
tú suelto y libre en este mundo para que hagas lo que tienes que hacerrrr: vivir nada más,
no te me pongas rebelde que no hay como escapar, siempre estás viviendo.

Y las ví y no les puede llamar Dios,
sino Diositas y aparentemente son tan poco especiales, tan comunes, como todos nosotros y hay sus preciosidades pero todas somos piedras.
Y sentí que tenía que hacer que se vea esa naturaleza.
Ese contenedor que somos, contenedores de Dios.
Digamos lo que digamos lo somos.
Sino cómo alucinas la dimensión de goce y placer que hay en lo natural, sino es porque somos de Dios.
De la misma naturaleza de toda esta naturaleza.
We got the power, we are so free.

Entonces yo quiero ver a esas Diositas, quiero vestirlas, ver que se sepan
Diositas,
que no tengan manera de creer lo contrario y hacer que estas calles también estén llenas de esas piedras y poder volver a caminar entre ellas.
Las Diositas.